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El matrimonio y la conversiĆ³n en el judaĆ­smo

Actualizado: 20 jun 2020

**Un enfoque contemporƔneo.**


Uno de los temas mĆ”s preocupantes y poco entendidos en la vida judĆ­a moderna es el de los matrimonios "mixtos". AdemĆ”s de la falta de informaciĆ³n objetiva al respecto, es un tema muy complejo emocionalmente.


Por un lado, los padres sienten que cuando un hijo se casa con una persona no judĆ­a, estĆ” rompiendo la perpetuaciĆ³n de la cadena judĆ­a milenaria y no lo quieren permitir. Por el otro lado, hay una incomodidad de manifestar abiertamente la oposiciĆ³n al matrimonio mixto, ya que tiene implicancias racistas. ĀæPor quĆ© descartar a una persona como pareja solamente por el hecho de que no haya nacido de vientre judĆ­o? Parece ser una actitud discriminatoria.


Para empezar a analizar el tema hay que subdividirlo en tres partes:


  1. ĀæEn quĆ© se basa la oposiciĆ³n al matrimonio mixto?Ā 

  2. ĀæCĆ³mo se puede aceptar dicha oposiciĆ³n sin contradecir el instinto natural que el judĆ­o tiene de luchar en contra de la discriminaciĆ³n, especialmente luego de todo lo que hemos sufrido en carne propia como pueblo, a raĆ­z de la discriminaciĆ³n?

  3. ĀæQuĆ© argumento se le puede dar al novio o novia no judĆ­os, o a sus padres, para explicar el motivo por el cual uno no quiere considerar la posibilidad de matrimonio con el o ella?


Las Bases


La fuente primaria en la cual se basa la prohibiciĆ³n para que el judĆ­o se case con alguien que no lo es estĆ” en el Pentateuco (Deut. 7:3): "No te cases con ellos (los gentiles, de los cuales hace menciĆ³n en los versĆ­culos anteriores), no des a tu hija al hijo de Ć©l, y no tomes la hija de Ć©l para tu hijo".


El motivo por dicha prohibiciĆ³n sigue en el siguiente versĆ­culo: "Porque Ć©l va a desviar a tu hijo de Mi y servirĆ”n a dioses ajenos..."


Nuestros sabios seƱalan en el Talmud (Ievamot 23a) y el comentarista Rashi lo trae en su comentario sobre el versĆ­culo citado, que la anomalĆ­a en el sintaxis de dicho versĆ­culo, "el (en lugar de decir ā€˜ellaā€™) va a desviar a tu hijo", encierra dos detalles: 1) En el caso de que tu hija se case con el hijo de ellos, el "hijo de ellos" (o sea el esposo de tu hija) va a terminar alejando a tus hijos (o sea, nietos) del camino de la TorĆ”, y 2) En el caso de que tu hijo se case con la "hija de ellos", ya los nietos que nazcan de ellos no estĆ”n considerados como tus hijos, sino como hijos de ella, o sea ya no son judĆ­os.


Queda claro entonces, que aquĆ­ no se trata de una discriminaciĆ³n racial que nace del rechazo subjetivo y personal que el judĆ­o tenga para con el gentil. Se trata de una orden Divina objetiva que viene acompaƱada de una explicaciĆ³n. Si tu hijo se casa con una mujer no judĆ­a, los hijos de ella ya no serĆ”n considerados tus hijos. Ya no serĆ”n judĆ­os. En el caso que tu hija se case con un hombre no judĆ­o, es de suponer que los nietos se desviarĆ”n muy lejos del camino del judaĆ­smo aunque sigan siendo judĆ­os.


Hay que aclarar un punto mĆ”s. No solo que estĆ” prohibido para el judĆ­o casarse con una persona que no lo es, sino que es imposible que se case. Es fĆ­sicamente posible que haya convivencia y puede haber, incluso, procreaciĆ³n, pero no existe matrimonio.


Las leyes de la TorƔ fueron entregadas por el mismo Creador del universo y son tan (o mƔs) objetivas como las leyes de la Naturaleza. Tal como uno no puede alterar la ley de Gravedad, por ejemplo, del mismo modo no puede alterar las leyes de la TorƔ.


Las leyes de la TorƔ no estƔn sujetas a las preferencias humanas. El estudio de la TorƔ no tiene como objetivo inventar leyes de la vida, sino descubrir la voluntad y los objetivos Divinos que llevaron a que se creara toda la existencia.


ĀæQuĆ© es el Matrimonio?


Si nos ponemos a analizarlo, resulta bastante desafiante tratar de explicar cuĆ”l es la funciĆ³n y razĆ³n de ser del matrimonio en general, ya que si dos personas se quieren, Āæpor quĆ© no vivir juntos?. El dĆ­a en que no quieran compartir mĆ”s sus vidas, cada uno puede irse por su lado! AĆŗn en el caso que se casen, el dĆ­a que no quieran vivir mĆ”s en pareja, pueden recurrir a la opciĆ³n del divorcio para anular el matrimonio. AsĆ­ que ĀæcuĆ”l es la funciĆ³n de casarse?


Generalmente la gente contesta que es nada mĆ”s que un formalismo, una norma de la sociedad para "legalizar" la relaciĆ³n de la pareja. Pero si lo analizamos un poco mĆ”s, decir que el matrimonio es nada mĆ”s que una norma social, implica que no tiene un sentido verdadero. Es arbitrario. Entonces, si a uno no le importa la autoridad y/o el estigma social, ĀæestĆ” bien que viva en pareja y que tengan hijos sin casarse?


Si llegamos hasta el fondo del asunto, creo que no queda otra alternativa que la que entiende a la instituciĆ³n del matrimonio como una idea Divina. El concepto de casarse tiene su origen en la Biblia. Y aunque hayan muchas sociedades que no basen sus leyes en la TorĆ”, y aĆŗn asĆ­ tienen asumidos el concepto del matrimonio, no quita el hecho que el verdadero origen sea Divino.


Algo parecido ocurre con la semana de siete dĆ­as. ĀæDe dĆ³nde viene la semana de siete dĆ­as? ĀæPor quĆ© es que una semana se compone de siete dĆ­as y no de diez, ocho o seis? El ciclo semanal de siete dĆ­as nace con los siete dĆ­as de la CreaciĆ³n. Para el que acepta la TorĆ”, el ciclo semanal tiene un sentido espiritual profundo. Para el que no cree en la TorĆ”, la semana de siete dĆ­as no tiene sentido alguno. Lo mismo ocurre en cuanto al matrimonio.


Para el que no cree en la TorĆ”, el concepto del matrimonio no tiene mucho sentido y razĆ³n de ser; es simplemente un trĆ”mite para registrar formalmente a la pareja para que los hijos del padre lo puedan heredar. Para el que cree en la TorĆ”, el concepto de matrimonio tiene una importancia y significado mucho mĆ”s profundos y sustanciales. Veamos porque.


Las fuentes talmĆŗdicas y cabalĆ­sticas enseƱan que el matrimonio no es meramente la uniĆ³n entre dos individuos totalmente independientes entre sĆ­, sino que es una reuniĆ³n entre dos mitades de una y la misma unidad. La pareja comparte la misma alma que, al nacer, se divide en dos mitades y sigue desarrollĆ”ndose cada parte por su lado. Al casarse, vuelven a reunirse y completarse. Se trata de una uniĆ³n no sĆ³lo a nivel fĆ­sico, emocional y/o intelectual, sino de una uniĆ³n a nivel esencial.


Hay almas que son compatibles y almas que no lo son. AdemĆ”s del caso del matrimonio mixto, entre judĆ­o y gentil, la TorĆ” enumera una cantidad de uniones que no son consideradas vĆ”lidas para matrimonio, por ejemplo el "casamiento" entre hermanos biolĆ³gicos o entre un hombre con una mujer casada (el incesto y el adulterio). No se trata meramente de prohibiciones violables, sino de hechos inalterables. En estos casos no rige el matrimonio, aunque sea fĆ­sicamente posible cohabitar y procrear.


AsĆ­, que, es muy fĆ”cil explicarle a una persona no judĆ­a por quĆ© es que uno no puede casarse con ella. No se trata de un defecto que tiene. Se trata, nada mas ni nada menos, de una concepciĆ³n de matrimonio delineada en la Biblia a la cual uno se siente obligado a suscribir.


Un caso hipotĆ©tico: ĀæquĆ© pasarĆ­a si un chico y una chica (ambos judĆ­os o no judĆ­os) deciden casarse y estĆ”n profundamente enamorados y media hora antes de casarse se enteran que por esas casualidades son hermanos biolĆ³gicos? ĀæSe casarĆ­an?. Obviamente que no, y el hecho que no pueden casarse no implicarĆ­a un menosprecio o que el amor profesado era falso. El amor es un factor importante en una relaciĆ³n de pareja, pero no es el Ćŗnico factor.


Cuando un joven judĆ­o encuentra compatibilidad con una persona que no lo es y quiere formar su familia con esa persona, Āæpor quĆ© rechazar a una persona con tanta compatibilidad y ā€˜quĆ­micaā€™?


Muy a menudo lo que sucede es que dicha compatibilidad es posible solamente en el caso que ninguno de los dos manifieste el potencial esencial que los distingue. Mientras al judĆ­o no le importe su judaĆ­smo y al no judĆ­o no le importe su fe, marcha todo bien. Āæimagine quĆ© pasarĆ­a el dĆ­a que alguno de los dos se despierta y decide dar importancia a su identidad mĆ”s profunda y esencial? AhĆ­ aparece, de repente, la incompatibilidad. En otras palabras: la relaciĆ³n de pareja entre judĆ­o y no judĆ­o puede funcionar siempre y cuando los integrantes "no existen" plenamente. En el momento en que cualquiera de los dos se "despierta", la relaciĆ³n no tiene mĆ”s sentido y desaparece.


Conozco unos cuantos casos de parejas mixtas que estaban muy enamorados hasta el momento en el cual nacieron los hijos. AhĆ­. De repente, empezaron las discusiones muy fuertes en cuanto a su educaciĆ³n, por mĆ”s que hasta el momento ambos habĆ­an resuelto el tema teĆ³ricamente. La madre judĆ­a quiere circuncidar al hijo, por ejemplo, mientras que el padre no-judĆ­o se niega a que su hijo sea diferente a Ć©l, etc. De golpe, salta al primer plano la incompatibilidad, pero ya es bastante tarde -- hay un hijo de por medio al cual cada uno de los padres y los abuelos quiere llevar a su redil...


Claro estƔ que se puede traer tambiƩn ejemplos de parejas judƭas que viven con muchos conflictos, pero antes que nada hay que examinar si su vida se lleva realmente de acuerdo a las normas delineadas en la TorƔ; si viven como judƭos. De todas maneras, por lo menos la pareja judƭa tiene siempre el potencial de lograrlo.


ĀæQuĆ© pasa en el caso de un judĆ­o no-practicante o ā€˜ateoā€™? ĀæSigue habiendo esa incompatibilidad? Si uno no practica el judaĆ­smo en su vida cotidiana Āæpor quĆ© darle importancia justamente en el momento de elegir la pareja?


Para entender esto, hace falta definir un concepto bĆ”sico: ĀæQuĆ© es el ser judĆ­o? ĀæQuĆ© es lo que distingue al judĆ­o de quien no lo es? Aclaro que no estoy preguntando ĀæquiĆ©n es judĆ­o? sino ĀæquĆ© es? ya que la respuesta a la pregunta de ĀæquiĆ©n es? es ā€˜el que nace del vientre de una mujer judĆ­a o se haya convertido en judĆ­o de acuerdo a las normas estipuladas en la TorĆ”ā€™, pero no responde a la pregunta de ĀæquĆ© es?


He planteado esta pregunta a muchos grupos e individuos. Generalmente me contestan que ser judĆ­o significa "sentirse parte del pueblo judĆ­o", pero esa respuesta sirve solamente para trasladar la pregunta, ya que ĀæquĆ© es, entonces, el pueblo judĆ­o? ĀæUn pueblo compuesto de individuos que no tienen otra definiciĆ³n mĆ”s allĆ” de pertenencia a un pueblo que no tiene definiciĆ³n? Es como decir que la definiciĆ³n de ā€˜Ć”rbolā€™ es ā€˜integrante de un bosqueā€™. El razonamiento es al revĆ©s. Una vez que sĆ© lo que es un Ć”rbol puedo definir que un bosque es ā€˜un conjunto de Ć”rbolesā€™, pero, Ā”no puedo definir ā€˜Ć”rbolā€™, diciendo simplemente que es ā€˜parte de un bosqueā€™!


Tampoco es vĆ”lido definir al judĆ­o como uno que cumple las Mitzvot, porque tambiĆ©n allĆ­ el razonamiento es a la inversa: se tiene la obligaciĆ³n de cumplir con las Mitzvot debido a que se es judĆ­o, y no se es judĆ­o porque se cumple con las Mitzvot. Ā”TĆ©ngase presente que un niƱo reciĆ©n nacido es judĆ­o aunque no haya cumplido con ninguna MitzvĆ” y no tenga fe consciente alguna!


ĀæQuĆ© es, entonces, un judĆ­o?


Luego de aƱos de estudiar el tema y una cantidad sinfĆ­n de conversaciones con judĆ­os de todo nivel de prĆ”ctica religiosa y orientaciĆ³n filosĆ³fica, creo que la definiciĆ³n mĆ”s contundente es que lo que distingue al judĆ­o es la NeshamĆ” (alma) que posee. El alma del judĆ­o es diferente al alma del no judĆ­o. Tienen potenciales, caracterĆ­sticas y necesidades diferentes. Cada judĆ­o tiene la misma esencia que cualquier otro, la cual hereda de su madre. Es el comĆŗn denominador que relaciona al judĆ­o ruso con el sirio, yemenita, canadiense o marroquĆ­ a pesar de que no hablen el mismo idioma y tengan idiosincrasias diferentes. La Ćŗnica diferencia entre un judĆ­o y otro es simplemente el grado de manifestaciĆ³n de esa esencia que logra expresar. En algunos, dicha esencia se manifiesta en cada momento, en otros se la ve una vez al aƱo y en otros, puede llegar a expresarse una sola vez en la vida.


Tengo claro que dicha definiciĆ³n puede chocar con muchos que quieren pasarse desapercibidos como ā€˜ciudadanos del mundoā€™. No quieren ser demasiado ā€˜diferentesā€™.

De hecho, decir que el judĆ­o tiene un alma con caracterĆ­sticas especiales no va en contra de la aspiraciĆ³n de ser un ser "universal", ya que para poder realmente ser un ser "universal" hace falta cumplir debidamente con la funciĆ³n especĆ­fica que uno tiene dentro de la realidad universal. Ser un ser "universal" no implica negar el rol particular que uno tiene, sino insertarse en la sociedad con una identidad y objetivo bien definidos.


ĀæCuĆ”l es la caracterĆ­stica especial de la NeshamĆ”?


RabĆ­ Schneur Zalman de LiadĆ­, fundador del Movimiento Jabad, lo define de la siguiente manera: " Un judĆ­o no quiere ni puede apartarse de D-os". Puede ser que el judĆ­o no estĆ© consciente que por medio de una acciĆ³n u otra estĆ© afectando su relaciĆ³n con D-os, pero al estar consciente de las consecuencias de sus acciones, no quisiera perjudicar dicha relaciĆ³n.

Cada judĆ­o tiene una "lĆ­nea roja" la cual no estĆ” dispuesto a pasar aunque tenga que pagar por ello con su vida.


Muchos judĆ­os lo son muy a pesar suyo. Pasan su vida negando su condiciĆ³n de judĆ­o, pero en algĆŗn momento inesperado, cuando sus defensas estĆ”n bajas, y estĆ”n distraĆ­dos, salta y dice ā€˜presenteā€™. Muchos judĆ­os invierten tiempo, energĆ­a y recursos para negar su condiciĆ³n de ā€˜diferenteā€™. De hecho, esta conducta es una prueba mĆ”s de su condiciĆ³n de judĆ­o inalterable, ya que si asĆ­ no lo fuera, Āæpor quĆ© les importa tanto negarlo?


En realidad el problema no empieza cuando un chico judĆ­o se casa con una chica no judĆ­a. El problema radica en que ha sido privado de una educaciĆ³n y formaciĆ³n judĆ­as a tal punto que ya ni se da cuenta de lo que es ser judĆ­o y de la incompatibilidad bĆ”sica y esencial que existe entre Ć©l y su novia no judĆ­a.


Para muchos, la oposiciĆ³n al matrimonio mixto parece ser una actitud elitista, incluso racista. ĀæPor quĆ© negarle a un hijo casarse con una chica sĆ³lo por el hecho que no sea judĆ­a? ĀæQuĆ© diferencias prĆ”cticas hay entre el comportamiento del chico judĆ­o y el de la novia no judĆ­a?


QuizĆ”s estarĆ­a de acuerdo con quienes opinan asĆ­ si no fuera por el hecho que atribuyo esa actitud ā€˜irracionalā€™ por parte de los padres a la NeshamĆ” que poseen, despuĆ©s de todo. La NeshamĆ” no los deja aceptar con brazos cruzados el cruzar esa "lĆ­nea roja" que corta la cadena generacional milenaria en forma tajante aunque ellos mismos no sepan explicar por quĆ© les molesta tanto.

ĀæQuĆ© pasa con la conversiĆ³n?


Una de las "soluciones" que la gente propone para solucionar el dilema del matrimonio mixto es "convertir" al novio/a no judĆ­o/a en judĆ­o/a.


ĀæEs una soluciĆ³n vĆ”lida?


Encontramos que el judaĆ­smo sĆ­ acepta la posibilidad de convertirse en judĆ­o. El proceso de "Guiur" (ConversiĆ³n) es muy simple. Consiste en tres pasos: 1) Circuncidarse (en el caso de un varĆ³n); 2) Sumergirse en una Mikve (baƱo ritual); 3) Aceptar el cumplimiento de la TorĆ” en su totalidad. Dichos tres pasos tienen que realizarse ante un tribunal rabĆ­nico vĆ”lido. (Un tribunal rabĆ­nico vĆ”lido quiere decir tres rabinos que aceptan la TorĆ” como palabra Divina y cumplen con sus preceptos en su vida personal.)


Dichos tres pasos son los mismos por medio de los cuales el pueblo judĆ­o se convirtiĆ³ en pueblo judĆ­o al pie del Monte SinaĆ­ hace 3319 aƱos. Al que quiere ingresar al pueblo judĆ­o no se le pido mĆ”s ni se le acepta menos de lo que el pueblo judĆ­o en su totalidad hizo para lograr tal condiciĆ³n.


El judaĆ­smo no es proselitista. Entiende que no hace falta ser judĆ­o para merecer la gracia de D-os y un lugar en el ParaĆ­so. SegĆŗn el judaĆ­smo, para el gentil hace falta nada mĆ”s que cumplir con el cĆ³digo de leyes conocido como las "Siete Leyes de los Hijos de NoĆ©" para merecer el lugar mĆ”ximo en el ParaĆ­so. En el caso que un no-judĆ­o desea - con sinceridad - convertirse en judĆ­o y asumir una vida de acuerdo a las normas delineadas en la TorĆ”, lo aceptamos con brazos abiertos.


A la misma vez, se entiende que en el caso que uno quiere convertirse al judaĆ­smo para poder casarse con un/a judĆ­o/a, es poco probable que su "conversiĆ³n" sea sincera.


Me viene al recuerdo una anĆ©cdota de un chico judĆ­o que decidiĆ³ casarse con una chica no judĆ­a. Los padres del chico insistieron que la chica vaya a estudiar algo de judaĆ­smo antes de aceptarla como nuera. La chica se fue a una instituciĆ³n religiosa para estudiar los fundamentos del judaĆ­smo. Por mas que el motivo inicial para ir a estudiar fue simplemente para aplacar a los futuros suegros, en el transcurso de sus estudios descubriĆ³ un mundo nuevo que la atrajo de verdad y se dedicĆ³ a los estudios con un interĆ©s genuino. Pasaron los meses y el chico la llamĆ³ para saber cuĆ”ndo se iban a casar. ā€˜ĀæCĆ³mo?,ā€™ preguntĆ³ la chica, ā€˜ĀæpensĆ”s que me interesa casarme con un chico que estaba dispuesto a casarse con una chica no judĆ­a?ā€™


Hay quienes argumentan que si no aceptamos dichas "conversiones" o parejas "mixtas", terminaremos alejando a los jĆ³venes judĆ­os quienes contraen "matrimonio" con parejas no judĆ­as o convertidas "cosmĆ©ticamente". En cambio, si los aceptamos, estamos "ganando almas" para el pueblo judĆ­o.Ā Ā 


En primer lugar, el judaƭsmo no es un negocio y menos cuando estƩ basado en mentiras y engaƱos. El judaƭsmo se basa en tratar de cumplir con la voluntad de D-os al mƔximo de nuestra capacidad. No hay que estar mƔs preocupados por el futuro del pueblo judƭo de lo que D-os mismo lo estƔ. D-os tambiƩn conoce dicho argumento y sus "beneficios" para el futuro de dichos individuos y para el pueblo judƭo. No obstante, dice claramente en la TorƔ (DƩut.7:7), que no tiene preferencia por el pueblo judƭo debido a su superioridad en cantidad ni en poder, sino por su cualidad de la humildad y por el pacto que ha hecho con nuestro patriarca Abraham. El pueblo judƭo ha sobrevivido a todos sus opresores, no gracias a su viveza, dinero o poder polƭtico, sino gracias a su sinceridad, autenticidad y auto sacrificio para preservar dicha pureza y autenticidad.


AdemĆ”s: por mĆ”s que quisiĆ©ramos y por mĆ”s que nos parezca conveniente aceptar dichas ā€˜conversionesā€™, no estĆ” en nuestras manos negar o cambiar los hechos. No estĆ” en nuestras manos hacer ese ā€˜favorā€™, de la misma manera que no estĆ” en nuestras manos hacer el favor a unos padres quienes querĆ­an un hijo varĆ³n y les naciĆ³ una hija. Podemos hacerle a la niƱa cambios cosmĆ©ticos, pero no deja de ser otra cosa que una mutilaciĆ³n engaƱosa y cruel.


Es interesante notar la expresiĆ³n que el Talmud (Ievamot 48b) utiliza al hablar de ā€˜conversosā€™ (autĆ©nticos): ā€˜Guer shenitgaier kekatan shenolad damiā€™. Quiere decir: Un converso que se convirtiĆ³ estĆ” considerado como un bebĆ© reciĆ©n nacido.


Cuando el Talmud habla de un esclavo que se liberĆ³, no dice un ā€˜liberadoā€™ que se liberĆ³, sino un esclavo que se liberĆ³. ĀæPor quĆ©, entonces, al hablar de un converso no se dice un gentil que se convirtiĆ³, sino un converso que se convirtiĆ³? TambiĆ©n, Āæpor quĆ© se compara al converso con un niƱo reciĆ©n nacido?


Nuestros sabios lo explican de la siguiente manera:


Un converso autĆ©ntico es una persona que, aunque haya nacido de un vientre no judĆ­o, naciĆ³ con una NeshamĆ”, un alma judĆ­a vĆ­nculado de alguna manera a ella. Es esa NeshamĆ” la que le empuja a ā€˜convertirseā€™. O sea, en cierta manera, podemos decir que naciĆ³ (destinado o con una predisposiciĆ³n a convertirse en) ā€˜conversoā€™. Por ese motivo es que se le compara con un ā€˜bebĆ© reciĆ©n nacidoā€™. Un bebĆ© reciĆ©n nacido, hace nueve meses que existe.

La diferencia entre el momento antes de nacer y despuĆ©s de nacer es que antes de nacer no es un ser independiente. Del mismo modo, un ā€˜conversoā€™ antes de pasar por el proceso de conversiĆ³n se considera como un judĆ­o en estado ā€˜embriĆ³nicoā€™ y no tiene las responsabilidades de un judĆ­o. Una vez que se convierte, se transforma en un judĆ­o pleno. Pero, como seƱalamos antes, para que dicha transformaciĆ³n ocurra, hace falta pasar por el proceso de conversiĆ³n autĆ©ntico y no por los procesos ā€˜cosmĆ©ticosā€™ que abundan y se hacen pasar por opciones mas ā€˜abiertasā€™.


Hay quienes preguntan: ĀæPor quĆ© hace falta que el converso sea mĆ”s practicante que la mayorĆ­a de los judĆ­os, quienes no lo practican plenamente y no se consideran "religiosos" y aĆŗn asĆ­ no pierden su condiciĆ³n de judĆ­os? En otras palabras: si el judĆ­o ā€˜de vientreā€™ que no cumple con las normas de HalajĆ” en su vida cotidiana estĆ” considerado 100% judĆ­o, Āæpor quĆ© no se considera como judĆ­o a una persona no judĆ­as que se haya ā€˜convertidoā€™ por medio de una ā€˜conversiĆ³nā€™ que no concuerda con la HalajĆ”?


La respuesta es muy sencilla. Un judĆ­o de nacimiento es judĆ­o a pesar de todo lo que piense, hable o haga. La misma TorĆ” que determina este hecho, dice tambiĆ©n que uno que quiere convertirse en judĆ­o debe - antes que nada - aceptar cumplir con la TorĆ” en su totalidad para que sea aceptado como tal. Si uno dice que estĆ” dispuesto a aceptar los 613 preceptos menos uno solo que no le gusta y no lo quiere aceptar, se le dice ā€˜ĀæQuiĆ©n te obliga a convertirte en judĆ­o?ā€™ Ā”Es preferible que no te conviertas y que sigas cumpliendo con tu misiĆ³n en la vida como no judĆ­o, a que te conviertas en judĆ­o y caigas en infracciĆ³n!


En realidad, es un criterio muy entendible. Si uno naciĆ³ en el Uruguay, por ejemplo, la ley uruguaya lo considera como uruguayo, haga lo que haga. En cambio, si uno quiere adquirir la ciudadanĆ­a uruguaya, pero dice que no estĆ” dispuesto a reconocer como vĆ”lida alguna clĆ”usula de la constituciĆ³n uruguaya Āælo aceptarĆ­an? Claro que no. Si no le gusta la constituciĆ³n uruguaya, pues que busque su ciudadanĆ­a en otro paĆ­s con cuya constituciĆ³n estĆ© de acuerdo... Uno que no quiere reconocer a la constituciĆ³n uruguaya en su totalidad puede ser aceptado como residente pero no como ciudadano legal. El ciudadano naturalizado debe aceptar la constituciĆ³n del paĆ­s como autoridad mĆ”xima para que se le otorgue la ciudadanĆ­a. ĀæAcaso alguien quiere sugerir que sea mĆ”s fĆ”cil convertirse en judĆ­o que asumir una ciudadanĆ­a? ĀæAcaso las leyes Divinas son mas negociables que las leyes humanas?


El verdadero problema


En realidad, el matrimonio mixto es un sĆ­ntoma de un problema mucho mĆ”s importante: la falta de educaciĆ³n judĆ­a adecuada.


ĀæQuĆ© tipo de educaciĆ³n judĆ­a estamos dando a nuestros hijos? ĀæLes estamos dando realmente las experiencias y herramientas necesarias para que puedan entender y valorar por quĆ© y para quĆ© son judĆ­os?


ĀæQuĆ© pasa con nuestra propia educaciĆ³n judĆ­a? ĀæCuĆ”nto tiempo dedicamos nosotros, los padres, a nuestro propio desarrollo espiritual personal? ĀæCuĆ”l es la autoridad mĆ”xima en nuestra propia vida personal? Si yo hago solamente lo que me gusta o me conviene y no reconozco la obligaciĆ³n de acatar a una autoridad superior ĀæcĆ³mo puedo pretender que mi hijo no haga lo mismo? Me va a decir: ā€˜Ā”PapĆ”! Ā”Tu haces lo que quieres, dĆ©jame hacer lo que yo quiero!ā€™ Si el padre no reconoce ninguna autoridad moral, Āæpor quĆ© pretender que el hijo le haga caso? ĀæSĆ³lo por el hecho que lo haya engendrado?


La prioridad mĆ”xima hoy en dĆ­a debe ser la educaciĆ³n judĆ­a. No podemos conformarnos con el mĆ­nimo que reciben en las escuelas y liceos. Debemos exigir el mĆ”ximo. ĀæAcaso mandarĆ­amos a nuestros hijos a un liceo en el cual, al salir, no sepan calcular el Ć”rea de un cĆ­rculo? ĀæO que no sepan quiĆ©n fue Artigas? ĀæPor quĆ© nos conformamos con un sistema educativo del cual salen sin saber leer ni entender ni una pĆ”gina de la Biblia o del Talmud en su texto original o sin saber quiĆ©nes fueron y quĆ© dijeron Rabi Akiva, Abaie, Rava, Rashi, Rambam y Rabi Iehuda Halevi?


Una experiencia personal


Quisiera concluir compartiendo un episodio que me pasĆ³ poco despuĆ©s de haber llegado al Uruguay y la lecciĆ³n que aprendĆ­.


Nuestro hijo mayor habĆ­a nacido, y debido a nuestra inexperiencia como padres, y menos en un paĆ­s nuevo y todavĆ­a en una Ć©poca en la cual cada dos por tres hubo paros, no llegamos a inscribirlo en el registro civil dentro del plazo legal. Como consecuencia de esto, hubo que tramitar una inscripciĆ³n tardĆ­a, un proceso que llevaba meses.


En el interĆ­n, mi Sra. y yo quisimos viajar con nuestro hijo al exterior. Debido a que somos ambos ciudadanos norteamericanos, le hicimos a nuestro hijo un pasaporte norteamericano.

Llegamos todos al aeropuerto de Carrasco, prontos para viajar. Al llegar a migraciones, el oficial nos solicitĆ³ la documentaciĆ³n uruguaya de nuestro hijo. Le explicamos el motivo por el cual no la tenĆ­a y nos dijo que no podĆ­a salir del paĆ­s.


ĀæCĆ³mo no podemos viajar con nuestro hijo?ā€™ preguntĆ©. ā€˜Tiene pasaporte norteamericano!ā€™


ā€˜Para nosotros es uruguayo, y no puede viajar sin documentaciĆ³n uruguaya,ā€™ nos explicĆ³.


ā€˜Pero, es nuestro hijo!ā€™ insistĆ­.


ā€˜Es uruguayo,ā€™ reiterĆ³ el oficial de migraciones.


No viajamos ese dĆ­a.


Aprendƭ de ese episodio una enseƱanza impresionante. Por mƔs que mi hijo es mi hijo, mis derechos no anteceden los derechos del Estado.


Lo mismo es aplicable en cuanto a nuestra relaciĆ³n con nuestros hijos. Antes de pensar en nuestros derechos sobre ellos, debemos pensar en los derechos que el pueblo judĆ­o tiene sobre ellos para que les demos todas las herramientas posibles para poder valorar y vivir su judaĆ­smo plenamente.


EpĆ­logo


Unos diecinueve aƱos despuĆ©s de dicha conversaciĆ³n con el oficial de migraciones en el Aeropuerto de Carrasco, tuve oportunidad de conversar nuevamente con otro oficial mientras estĆ”bamos realizando un trĆ”mite. Le comentĆ© la historia que habĆ­a sucedido hace unos diecinueve aƱos y la lecciĆ³n que aprendĆ­.


ā€œEstĆ” Ud. equivocado,ā€ me dijo. ā€œNo es que los derechos del Estado antecedan a los derechos de los padres. Es que el Estado tiene la tarea de proteger y defender a los derechos del niƱo.ā€


El paralelismo con la responsabilidad de la educaciĆ³n judĆ­a me quedĆ³ mĆ”s claro aĆŗn.


Agradezco profundamente al Dr. Jacobo Hazan, QEPD, por su ayuda en pulir la semĆ”ntica y articulaciĆ³n de este trabajo.




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