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La unión entre hermanos



Tetzavé


Rabino Eliezer Shemtov


En la Parashá de esta semana, Tetzavé [1], leemos sobre las ropas especiales que tenían que usar los sacerdotes mientras cumplían su servicio en el Santuario. El Kohén Gadol (Sumo Sacerdote) se destacó por sus ropas que incluían filamentos de oro como también una cantidad de piedras preciosas sobre las cuales estaban tallados los nombres de las doce tribus de Israel. En las doce piedras del pectoral, cada piedra tenía tallado el nombre de una de las tribus. Hubo dos piedras de ónix, posicionadas sobre los hombros del Kohén Gadol en las cuales estaban tallados los nombres de las doce tribus. Son estás dos piedras el centro de nuestro foco hoy.


El texto dice al respecto [2]: “Tomarás las dos piedras de ónix y tallarás en ellas los nombres de los hijos de Israel. Seis de sus nombres [deberían estar tallados] sobre una de las piedras y los nombres de las seis restantes sobre la segunda piedra; de acuerdo a su nacimiento.”    


Rashi cita la palabra Ketoldotam,  “de acuerdo a su nacimiento”, y comenta: “de acuerdo al orden en que nacieron: Reubén, Shimón, Leví, Iehudá, Dan y Naftalí sobre una de ellas y sobre la segunda: Gad y Asher, Isajar, Zevulun y Biniamin [este último escrito] “lleno” (o sea con la segunda letra Iud), porque así está escrito en cuanto a su nacimiento. [Hubo un total de] 25 letras en cada una de las dos piedras.”


Hace falta entender: 


  1. ¿Cuál es la novedad en el comentario de Rashi? ¿No es esta la simple implicancia de “de acuerdo a su nacimiento”: “según el orden en que nacieron”?


  1. ¿Por qué razón lo ve importante Rashi detallar el orden del nacimiento de las tribus, cosa que ya está bien explícito en la lectura de Vaietzé [3]?


  1. ¿Por qué agrega Rashi el detalle de cómo se escribe el nombre de Biniamín y el detalle de cuántas letras había en cada piedra? El objetivo de Rashi es explicar el texto y el texto habla de cuántos nombres y en qué orden había que tallarlos en cada una de las dos piedras. ¡La manera de cómo se deletrea es totalmente irrelevante en este contexto! 


La explicación:


Si bien “de acuerdo a su nacimiento” quiere decir “según el orden en qué nacieron” hay, no obstante, dos dificultades en el texto:


  1. “De acuerdo a su nacimiento” aparece en el texto no al principio donde pertenecería según la lógica (lo que se llería como “Tomarás las dos piedras de ónix y tallarás en ellas los nombres de los hijos de Israel de acuerdo a su nacimiento”), sino recién después de finalizar el tema, hablando de la segunda piedra. La implicancia es que es un detalle relevante solamente en cuanto a la segunda piedra.


  1. ¿Cuál es la precisión en la expresión “y los nombres de las seis restantes”? ¿No es obvio que luego de hablar de los seis primeros, los otros seis son los “restantes”; por qué especificarlo?


Estas dos preguntas dan lugar a pensar que hay una diferencia entre los seis nombres tallados en la primera piedra y los seis “restantes” tallados en la segunda: los primeros seis fueron más destacados y por lo tanto habría que tallarlos según su importancia mientras que los seis “restantes”, inferiores a los primeros, hubo que tallarlos según el orden en que nacieron.


Es por eso que Rashi enfatiza que no era así. Los nombres de todas las doce tribus había que tallarlos según el orden en que nacieron. 


Sigue la pregunta: ¿por qué es que la Torá dice el detalle al final y no al principio? Por eso dice Rashi que, efectivamente, esto tiene una relevancia en cuanto a un detalle que aparece al final: la manera de deletrear el nombre de Biniamín. Había que escribirlo de la manera que fue escrita en la Torá cuando describe su nacimiento. 


Con esto entendemos también por qué Rashi menciona el hecho de que cada una de las dos piedras tenía veinticinco letras talladas. Es para enfatizar que no había ninguna diferencia en cuanto a la importancia de las dos piedras, hasta que son iguales en cuanto a la cantidad de letras talladas en ellas.


La opinión de Maimónides


Maimónides [4] lista los nombres de las tribus tallados en las dos piedras de otra manera, muy llamativa: Reubén, Levi, Isajar, Naftali, Gad y Iehosef en una de las dos y en la otra aparecen: Shimón, Iehudá, Zevulun, Dan, Asher y Biniamin.  


¿Cuál es la lógica en este orden?


Los comentaristas explican que el orden que el Rambam trae sigue el orden de las matriarcas que dieron a luz a las doce tribus: aparecen primero los seis hijos de Leah, quien fue la primera de las cuatro en dar a luz (aunque sus hijos Isajar y Zevulun nacieron después de que Bilha y Zilpa dieron a luz a sus hijos), seguidos por los de Bilha, Zilpa, Rajel. Según esto la orden sería: Reuben, Shimon, Levi, Iehuda, Isajar, Zevulun (hijos de Lea), Dan, Naftali (hijos de Bilha), Gad y Asher (hijos de Zilpa), Iosef y Biniamin (hijos de Rajel). Si miramos cómo Maimónides describe los textos tallados en las dos piedras vemos que no coincide con ese orden. ¿Cómo se explica? 


La explicación es que según Maimónides los nombres se leen de derecha a izquierda, o sea como si las dos piedras estuvieran puestas una al lado de la otra y se inscribiera un nombre en la piedra derecha, la siguiente en la piedra izquierda, la siguiente debajo del primero en la piedra derecha, el siguiente debajo del primer nombre en la piedra izquierda, etc. 


La fundamentación de esta opinión es el hecho de que “de acuerdo a su nacimiento” viene después de indicar que los seis nombres restantes deben estar tallados en la segunda piedra. La implicancia es que los nombres deben tallarse en ambas piedras —como un conjunto— según el orden de su nacimiento.


Dicha distribución expresa la igualdad entre ambas piedras de una manera más profunda que la expresada según el orden de Rashi. Según Rashi, la unión e igualdad entre ambas piedras se manifiesta recién al terminar de tallar el último nombre en la segunda piedra, mientras que según Maimónides, esa unión e igualdad se expresa apenas se talla el segundo nombre, al colocarlo en la segunda piedra en vez de debajo del primer nombre en la primera piedra. Ninguna de las dos piedras es independiente de la otra.


Una perspectiva mística


El objetivo por el cual había que tallar los nombre de las doce tribus en las dos piedras de ónix ubicadas sobre los hombros del Kohén Gadol está en la propia Torá [5]: “Pondrás las dos piedras sobre los hombros del efod, piedras de recuerdo para los hijos de Israel; Aharón llevará sus nombres ante Di-s sobre sus dos hombros para recuerdo”. Rashi explica: para recuerdo: para que Di-s vea a las tribus escritas delante de Él y recordará su rectitud.


Dado que se trata aquí de un recuerdo ante Di-s, es menester que haya unión. Donde hay discordia, no hay posibilidad de ascender ante Di-s.


Hay, no obstante, dos maneras de expresar la unión de la tribus: según las madres y según el padre. El padre da inicio a todo el proceso que después se desarrolla en detalle por la madre. La unión basada en un padre en común expresa la unión a nivel esencial que trasciende las diferencias. El orden de nacimiento definido según las madres pone más énfasis en las diferencias, donde hay que introducir y expresar la unión.


Las dos maneras de unión se expresan también en las dos opiniones en cuanto a cómo había que tallar los nombres en las dos piedras, como si la dos fueran una (Maimónides) o como si fueran dos (Rashi). 


Cada una de las dos maneras de unión tiene una ventaja. Unirse por encima de las diferencias, si bien es una unión muy pura y elevada, funciona solo cuando se ignoran las diferencias. Una unión más profunda es cuando se logra expresar la unión por medio de las diferencias. Ese tipo de unión es el representado por la versión de Maimónides: las dos piedras se leen como si fueran una. 


Una vuelta de tuerca más


La unión del pueblo judío deriva de su unión con Di-s. De esto se entiende que también en la unión de Di-s hay dos maneras de expresión:


Nuestros sabios [6] explican que las 25 letras que componen los seis nombres talladas en cada piedra corresponden a la cantidad de palabras y letras del Shemá Israel. Representan el hecho que recitamos el Shemá dos veces, una vez de mañana y otra de noche. Otros comentaristas bíblicas dicen [7] que las seis palabras compuestas de 25 letras talladas en la piedra ubicada sobre el hombro derecho corresponden a las seis palabras compuestas de 25 letras del Shemá y las seis palabras compuestas de 25 letras talladas en la piedra ubicada sobre el hombro izquierdo corresponde a las cantidad de palabras y letras que componen la frase Baruj Shem Kevod Maljutó Leolam Vaed. La diferencia entre ambas explicaciones refleja la diferencia entre Rashi y Maimónides en cuanto al orden en que fueron tallados los nombres, si fue según su vínculo con su padre, o con sus madres.


La explicación completa escapa el propósito de este texto, pero muy resumidamente, para quienes están familiarizados con los conceptos: Shemá Israel expresa Ijuda Ila’á y Baruj Shem expresa Ijuda Tata’á. La unión de Ijudá Ila’á es más elevada; la de Ijuda Tata’á es más profunda.


Basado en Likutei Sijot Vol. 36, págs. 146-152.


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  1. Éxodo 27:20 - 20:10

  2. Éxodo 28:9,10

  3. Génesis 29:32-30:24; 35:16-18

  4. Klei Hamikdash, 9:9.

  5.  Éxodo 28:12

  6. Siftei Kohén, in situ.

  7. Shaj y Alshij, Éxodo 28:9.

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