Shemot
Rabino Eliezer Shemtov
En la lectura de esta semana, Shemot, leemos sobre la salida de Moisés, criado en el palacio del Faraón, como hijastro de la princesa Batia, a ver a sus hermanos hebreos trabajando como esclavos.
“Y Moisés creció y salió a sus hermanos… Y vio a un hombre egipcio pegando… Y pegó al egipcio… Y salió al día siguiente… Y dijo al malvado: ¿por qué pegas?… Y dijo.. ‘¿Quieres matarme.. tal como mataste al egipcio?’ Y Moisés tuvo miedo y dijo ‘ciertamente la cosa es sabida’. El Faraón se enteró.. y quiso matar a Moisés. Y Moisés se escapó…”.
Rashi cita las palabras “Y Moisés tuvo miedo” y comenta: “Literalmente. A nivel exegético: se preocupó al ver que hay en el pueblo de Israel malvados delatores. Dijo: ‘quizás por esto no merecen ser redimidos’”.
Hay que entender: ¿por qué razón no se conforma Rashi con entender el miedo de Moisés en el sentido literal y trae también una interpretación que no tiene ni insinuación en el texto mismo?
Se puede explicar que lo que a Rashi le llama la atención es el hecho que la Torá nos habla del miedo de Moisés sin explicar qué nos aporta saberlo. No vemos que Moisés haya hecho nada como consecuencia de ello. Se escapó a Midián recién después de que el Faraón se enterara de que había matado a un egipcio y como consecuencia de ello lo quiso matar. ¿Qué nos aporta saber que Moisés tuvo miedo?
Es por eso que Rashi trae la interpretación que el miedo fue una preocupación por el mérito del pueblo a ser redimido.
Dado que no se puede sacar el texto de su interpretación literal Rashi dice también que Moisés mismo tuvo miedo en el sentido literal.
Pero, ¿por qué la Torá nos cuenta esto? ¿Cuál es la enseñanza para nosotros?
El miedo
Nuestros sabios señalan que encontramos dos individuos a quienes Di-s les prometió protección y aún así tuvieron miedo: Jacob, el excelso entre los patriarcas y Moisés, el excelso entre los profetas.
Hay dos opiniones en cuanto a lo qué nos quiere enseñar esto. Hay quienes explican que es una virtud temer aunque Di-s haya prometido Su protección ya que quizás uno se haya perjudicado por alguna conducta indebida. Es una señal de humildad. Hay quienes entienden que de esto tenemos que aprender cómo no comportarse; no hay que tener miedo si Di-s promete protegernos.
Hay que entender la segunda opinión ya que ¿no es más mérito temer que uno se haya perjudicado por alguna falla en su comportamiento que confiar en que su conducta está perfecto y estará todo bien?
Uno de los fundamentos de la fe judía es confiar en Di-s en que todo saldrá bien. Esta fe se basa no en la creencia que uno lo merece, sino en el hecho de que Di-s hace el bien aunque uno no lo merezca.
¿Cómo se puede tener seguridad que todo saldrá bien; quizás le corresponde un castigo?
Hay una historia jasídica que cuenta que alguien vino al tercer Rebe de Jabad, conocido como el Tzémaj Tzédek, a pedir una bendición para un familiar muy enfermo. “Piensa bien; estará bien!”, fue la respuesta del Rebe. La implicancia es que el mero pensamiento positivo hará que la realidad así lo sea.
La explicación:
Nuestra fe en Di-s no es un corolario de la creencia en que Di-s siempre hace el bien aunque no lo merezcamos, sino que la fe en Di-s es la causa misma por dicho resultado. El confiar plenamente en que Di-s nos hará el bien de una manera que podamos percibirlo como tal es lo que provoca que se comporte con nosotros de esa manera. Conversamente, si uno no confía, eso mismo provoca que la cosa salga mal. Esto aprendemos del hecho de que Moisés temió. Como consecuencia de ello es que el Faraón se enteró y lo quiso matar. Si Moisés no temiera por consecuencias negativas como resultado de sus buenas acciones, hasta llegar a expresarlo verbalmente, el Faraón no se hubiese enterado, o no le hubiera impactado, y no hubiera habido necesidad de escaparse.
La enseñanza para nosotros:
Cuando uno se topa con dificultades para cumplir con alguna mitzvá, debe saber que el éxito o fracaso dependerá de su actitud. Cuando tiene la plena confianza que todo saldrá bien y conjuntamente con esto hace todo lo posible en el plano natural para resolver los temas, tenemos la promesa de “Piensa bien; estará bien”, que todo se resolverá de la mejor manera.
Lo mismo se aplica a nuestra situación actual. El confiar plenamente en la llegada inminente del Mashíaj provocará que Di-s traiga la redención, ya.
Síntesis de Likutei Sijot, vol. 36, págs. 1-6.
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Éxodo, 2:11-15
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